
Para empezar, se puede decir que los fans que temían que la reina del pop perdiera inspiración en la víspera de su cumpleaños número 50, no tienen porqué preocuparse. El nuevo álbum, que aún no tiene título, se aleja unos pasos del super pulido sonido disco-futurista de Confessions hacia ritmos más urbanos y funky, a cargo principalmente de los productores Timbaland y Pharrell y con el aporte de Justin Timberlake. Ya por los colaboradores se puede predecir que el nuevo trabajo de la diva tendrá un sonido similar a los últimos lanzamientos de Nelly Furtado y Britney Spears. Danja, productor de Blackout de Britney, dice que trabajó junto a Madonna en Londres, donde la cantante pasó largas horas en el estudio buscando ritmos "up-tempo, dance, club y subrayados con hip hop".
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